El secreto mejor guardado de los Auditores de Inocuidad

El secreto mejor guardado de los Auditores de Inocuidad

Cuando comenzamos el proceso de implementación para obtener la certificación de las normas del GFSI, siempre se destaca la importancia de someter el sistema a pruebas durante las auditorías. Esto demuestra su eficacia.

Para los responsables de calidad en las empresas, es casi obvio que deben probar su sistema. Ellos manejan sus puntos fuertes y débiles a diario, lo supervisan, lo mejoran y entienden cómo resolver problemas y los riesgos que implican.

Cada responsable de calidad aplica sus propios valores y principios para evaluar los riesgos asociados a desviaciones. Estos suelen alinearse con el bien común, garantizando la inocuidad y siendo conscientes de las implicaciones y consecuencias.

Sin embargo, estas evaluaciones no siempre están libres de la subjetividad personal y pueden no expresarse de manera clara. Es crucial que los estándares de seguridad y calidad sean consistentes, superando las diferencias individuales, el tiempo y las situaciones específicas, reflejando así una cultura de inocuidad compartida en la organización.

Al evaluar un sistema, las empresas deben demostrar que mantienen continuamente los estándares y la calidad de sus productos.

Durante una auditoría de certificación, la situación cambia. El auditor, representante del organismo certificador, solo conoce el sistema por la información proporcionada y desconoce los ajustes no sistemáticos que influyen en el criterio moral de quienes toman decisiones.

Durante la inspección de la línea de producción y mediante entrevistas y análisis de documentos, el auditor independiente debe recopilar datos y pruebas suficientes sobre el cumplimiento de los requisitos y la eficacia del sistema de gestión.

Para superar este desafío, los auditores emplean el Secreto mejor guardado que revelaremos aquí, con el fin de ayudar a las empresas a prepararse y superar con éxito una auditoría de sistema de gestión de inocuidad.

Primera pista:

Tras examinar el plano del establecimiento y el flujo de procesos para comprender la distribución espacial, la secuencia temporal y los posibles puntos débiles, el auditor procederá a recorrer la planta, recopilando meticulosamente la información necesaria.

Segunda pista:

El auditor podrá:

  • Pedir a los responsables de producción que describan sus tareas.
  • Solicitar una demostración de la inducción para nuevos empleados, representada por el auditor, explicando las funciones en cada puesto clave.
  • Indagar sobre los controles realizados en su área, sus límites aceptables, su importancia y las razones de mantener estos parámetros bajo control.
  • Preguntar dónde y cuándo se documentan estos controles.
  • Consultar cómo actuarían ante desviaciones de los controles establecidos.

Tercera pista:

Esta información se cotejará con lo declarado en los documentos y también se comparará con las buenas prácticas, basándose en la experiencia del auditor y el conocimiento técnico y científico aplicable a la producción específica.

¡Secreto revelado!

Las discrepancias identificadas durante esta comparación resaltarán las áreas de mejora en el sistema, brindando al auditor una clara visión de sus debilidades.

Recomendamos aplicar esta técnica en las auditorías internas para descubrir y entender mejor el Secreto por ustedes mismos.

Esperamos que esta información les sea útil. Nos interesa conocer sus comentarios y experiencias.

¡Estamos a su disposición para ayudar con cualquier duda o problema!

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